Algie prefacia
Odiamos escribir prólogos -¡aunque por supuesto lo vamos a hacer!- entre otras cosas por el riesgo elevado de parecer unos pedantes tan cegados por ego que no nos damos cuenta de cuando hacemos el ridículo. Es darse a uno mismo una importancia vergonzosa. Pero sin un prefacio, este documento (que no nos atrevemos a llamar “post”) se quedaría cojo. Así que no queda más remedio que ponerlo aquí.
Algie prefacia es el comentario a la última entrada de Fabricio Ferri Benedetti, que tras su enésimo suicidio blogosférico ha vuelto (tú y yo lo sabíamos) lleno de energía para seguir divirtiéndonos a todos. Y ha vuelto con una antología de sus mejores entradas: Fragmentos húmedos. Tal aportación a la literatura no podría estar completa sin el amable texto que la prologa: Prefacio y Agradecimientos. Un prefacio. Como los grandes. Es una pena que, como él mismo dice con humildad, no se atreva a llamarlo “libro”. Si se llega a atrever, seguro que hubiéramos tenido la suerte de que nos brindase a todos una fenomenal introducción crítica, algo que echamos muy en falta. Algie, por favor, hazlo. Podrías titularla El autor, según el autor. Pero como no todo han de ser decepciones, siempre podemos consolarnos con que, en su infinita humildad y cercanía, Algie se ofrece a firmarnos ejemplares. Gracias, Algie. Como represantantes del mundo: ¡¡GRACIAS!!
Papel Mojado, que empezó su andadura a principios del... pues no lo recordamos, dedica este post, y por ende, todo el resto del blog, a nuestro querido Algie, sin el cual nada de esto hubiera sido posible. Pitorrearse de alguien en privado no es divertido y no llena a casi nadie: lo que de verdad le hace partirse a uno es el feedback de los demás. Por eso hemos forjado esta comunidad formidable en la instalamos este modesto nido (de víboras) en el que comentamos el... chapoteo proto-literario de Algie: Papel Mojado.
Gracias por habernos leído, os dejamos sin más con esta obra maestra de la retórica, que recogemos aquí, no vaya a ser que un momento de locura y más humildad nos prive de él.
Prefacio y Agradecimientos
Odio escribir prólogos, entre otras cosas por su tono pudoroso, delicado y lleno de tacto y buenos sentimientos. Es darse a uno mismo una pose demasiado seria. Pero sin una prefacio, este documento (que no me atrevo a llamar “libro”) se quedaría cojo. Así que no queda más remedio que ponerlo aquí.
“Fragmentos Húmedos” es una recopilación de textos de mi blog, “La Cosa Húmeda”, que empezó su andadura a principios del 2003. Sólo un 15% de las 370.000 y pico palabras del blog han sido volcadas aquí. En la selección he seguido en parte criterios personales. No son todos los que están, pero están todos los que son. Faltan, por ejemplo, muchas anotaciones de opinión, textos sobre ciencia y contenidos de naturaleza más personal. Como toda antología, ésta es inevitablemente parcial y subjetiva. Lo bueno es que, si falta algo, podéis acudir a los archivos electrónicos ;-)
Tampoco están los comentarios, que en muchas ocasiones han contribuido a enriquecer lo que he escrito. Pero bastará una rápida búsqueda con vuestro navegador favorito para dar con ellos. No hay que olvidar que un blog es una especie de conversación. Seleccionar los comentarios se hubiera vuelto una tarea inmanejable, y por ese motivo he prescindido de ellos.
Dedico esta selección - y por ende todo lo que he escrito en el blog – a mis padres, a Estefanía (que ha inspirado muchas de las piezas) y a todas las personas que me han leído, comentado y aguantado durante estos años de chapoteo proto-literario en la red. Escribir en privado no es divertido y no llena a casi nadie: lo que le hace crecer a uno es el feedback de los demás. Gracias por haberme leído. Gracias también a Víctor R. Ruíz, creador de Blogalia, por haber forjado una comunidad formidable en la que pude instalar mi modesto nido. Y más agradecimientos para los “blogalitas”, por el impulso inicial que me dieron. Y a Rinzewind por insistir en que recopilara los textos :-)
1 comentario
Pedro -
Creo que esta frase puede requerir de los servicios de un traductor simultáneo Fabrizio-Español. Me presto a ello:
"Seleccionar solo los comentarios que yo escribo podría dejar el texto un poco cojo, así que como por supuesto no voy a poner nada que no sea de YO, perdón, quiero decir mío [N.del T.: sí, comete ese desliz en el idioma original], prefiero no poner nada de nada."