Algie importante sociólogo
El friki se define básicamente por sus intereses. Es una persona que muestra una curiosidad anti-pragmática hacia áreas no-esenciales del conocimiento (o lo que el establishment considera superfluas). Cómics, libros, películas, música fuera del mainstream, cosas retro, tecnología, ordenadores, ciencia... éstas y muchas otras ramas del saber pueden ser objeto de interés por parte del friki. Hay quien considera las fijaciones culturales del friki como una muestra de inmadurez o de búsqueda de un refugio mental frente a la cruda violencia de la realidad. Otros consideran que el frikismo es una manifestación de inteligencia cristalizada, alejada del kitsch y de la celebración de lo grotesco y lo vulgar. No hay consenso sobre este tema. Pero lo único que parece estar claro es que el frikismo conforma una actitud psicológica que consiste en sublimar los elementos culturales en un sistema de referencia único, dotado de múltiples caras y niveles de lectura.
El friki asume entonces, en una sociedad sin valores y sin esquemas de comportamiento prefijados, el rol de un productor de reglas, de elaborador y legislador de lo que es bueno y malo, de lo que es mítico y de lo que es kitsch. El interés maniqueo del friki radica en su deseo por parcelar la cultura en un nuevo espacio mitológico, con nuevos mandamientos, dioses y reglas. La elección de modelos propugnados por la cultura de masas (o cultura popular) y su posterior conversión en arquetipos morales, es algo que el friki ejecuta para anular el desamparo nihilista al cual está sumido - en calidad de ciudadano de un siglo post-industrial. Típica es, en este sentido, la referencia constante de la comunidad friki hacia series de televisión y películas como Star Trek, Star Wars, El Señor de los Anillos, etc.
Frikismo como actitud, como rasgo de personalidad, como palabra para definir la persona "rara"; sea cual sea el uso que le demos al término, el siglo XXI es el siglo de una multitud de personas cuyo papel de agentes culturales, críticos e intérpretes, espectadores y creadores de mitos, puede conducirnos, y de hecho ya nos está conduciendo, hacia una revolución - o tal vez redescubrimiento - de todos los valores. [El frikismo]
El friki asume entonces, en una sociedad sin valores y sin esquemas de comportamiento prefijados, el rol de un productor de reglas, de elaborador y legislador de lo que es bueno y malo, de lo que es mítico y de lo que es kitsch. El interés maniqueo del friki radica en su deseo por parcelar la cultura en un nuevo espacio mitológico, con nuevos mandamientos, dioses y reglas. La elección de modelos propugnados por la cultura de masas (o cultura popular) y su posterior conversión en arquetipos morales, es algo que el friki ejecuta para anular el desamparo nihilista al cual está sumido - en calidad de ciudadano de un siglo post-industrial. Típica es, en este sentido, la referencia constante de la comunidad friki hacia series de televisión y películas como Star Trek, Star Wars, El Señor de los Anillos, etc.
Frikismo como actitud, como rasgo de personalidad, como palabra para definir la persona "rara"; sea cual sea el uso que le demos al término, el siglo XXI es el siglo de una multitud de personas cuyo papel de agentes culturales, críticos e intérpretes, espectadores y creadores de mitos, puede conducirnos, y de hecho ya nos está conduciendo, hacia una revolución - o tal vez redescubrimiento - de todos los valores. [El frikismo]
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